La carga de la deuda mundial se ha disparado hasta alcanzar la cifra récord de 164 billones de dólares, una tendencia que podría dificultar la respuesta de los países a la próxima recesión y el pago de la deuda si las condiciones financieras se hacen más estrictas, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La deuda pública y privada mundial aumentó al 225 por ciento del producto interno bruto mundial en 2016.
«Ciento sesenta y cuatro billones es un número enorme», dijo Vitor Gaspar, jefe del departamento de asuntos fiscales del FMI, en una entrevista. «Cuando hablamos de los riesgos que se vislumbran en el horizonte, uno de ellos tiene que ver con el alto nivel de deuda pública y privada.»
La carga de la deuda mundial nubló las perspectivas, por lo demás optimistas, del FMI para la economía mundial, que se encuentra en su mejor momento desde 2011.
El fondo pronosticó el martes una expansión del 3,9 por ciento en 2018 y 2019, al tiempo que afirmó que en los próximos años la economía mundial podría verse afectada por una política monetaria más restrictiva y por los efectos en declive del estímulo fiscal estadounidense.
El aumento de la deuda del sector privado, particularmente en China, está impulsando la acumulación. China ha representado casi tres cuartas partes del aumento de la deuda privada desde la crisis financiera mundial.
Las cifras del FMI ponen al desnudo la escala de la resaca de la deuda de la que el mundo todavía se está recuperando una década después de que la crisis financiera empujara al sistema bancario mundial al borde del abismo y llevara a la economía mundial a la recesión.
Los gobiernos aumentaron el gasto para impulsar el crecimiento, mientras que los bancos centrales recurrieron a métodos no convencionales para aliviar las condiciones de financiación, como la compra de bonos.
Los altos niveles de deuda soberana podrían dificultar a los gobiernos el refinanciamiento cuando su deuda llega a su vencimiento, especialmente si las condiciones de financiamiento se hacen más estrictas, dijo el FMI.
Las grandes deudas también impiden la capacidad de las naciones de aumentar el gasto si sus economías caen en recesión, y pueden causar un retraso en el crecimiento.
Hoy en día, China se enfrenta a dos problemas distintos. La cuestión más inmediata son las crecientes tensiones comerciales con los Estados Unidos. La segunda y más omnipresente cuestión es la creciente montaña de deuda, que está respaldada por activos menos productivos, lo que eleva el riesgo financiero.
Crédito de DM al sector privado no financiero. China imitando a Japón en los años 80.